martes, 10 de junio de 2008

Sin sentimiento de culpa


A veces me pongo a pensar, y es algo q mucha gente me ha críticado, pero yo toda la vida he sido del pensamiento q el resentimiento, en cantidades razonables y justificable, es señal de autoestima, y responde a querer "protegerse" de cierta acción q no es positiva en contra de uno.
Es cierto q uno no debe de alegrarse x la desgracia ajena, pero ¿Qué pasa cuando esta desgracia es merecida? Yo soy uno q he experimentado estas situaciones y se q esto puede ser reprochable pero, en realidad me siento bien acerca de dicha situación y no me arrepiento el sentirme así.
No soy muy partidiario de la doctrina cristiana (de hecho con nada q tenga q ver con la iglesia) de siempre poner la "otra mejilla", no deberíamos mejor darnos a respetar, de una forma civilizada por supuesto, en ves de quedarnos tranquilos como si nada estuviera pasando, siento q es parte de defender nuestros ideales, orgullo y amor propio.

4 comentarios:

nickyfc dijo...

Cuando la gente se lo merece, di gracias al cielo y a los dioses por el karma. Creo que a todos se nos devuelve lo que hagamos y si uno es hp se va a topar con alguien que sea mas hp que uno y que lo baje rapidito de la nube.
Yo, honestamente, tampoco es que hago leña del arbo, caido, pero si alguien se lo merece, se lo merece. Que no anden jugando de victimas

Unknown dijo...

Como dice el comentario anterior.. la vida paga y si realmente alguien se "toma una cucharada de su propia medicina" hay disfrutarlo!! jaja.. no soy vengativa pero a veces cuando llegan las facturas a los q la deben mmm es genial!! (Demostrado al 100%)

Mariocr (Uro) dijo...

Mmm... creo q la vida debe encargarse de pagarle a cada uno... Todo lo que uno siembra eso cosecha, y no creo q sea valioso disfrutar una derrota ajena como si fuera un triunfo propio...

Unknown dijo...

a ver, el resentimiento no lo entiendo en una persona que conozco, porque no, porque he aprendido a olvidar lo que aquel o aquella hace hacia mí, muy sencillo: el rencor corroe el alma, no deja crecer. El rencor no deja vivir porque crea el temor ineludible que vuelva a pasar. Y QUE SI VUELVE A DOLER, de eso se trata vivir, de sentir.